¡IGUALDAD EN LA EDUCACIÓN!

Una de las actividades más necesarias en el ámbito educativo es igualar la figura de la mujer con la del hombre. Desde mi punto de vista, desde la etapa de infantil se debe fomentar la igualdad y con esto el respeto.

 El pasado 8 de marzo fue una de las manifestaciones más impactantes en muchos años. Gracias al esfuerzo que realizan cada día las mujeres por conseguir los mismos derechos que los hombres, este día se formó una gran manifestación. Que recorrió  las calles españolas al grito de : 

¡QUEREMOS IGUALDAD!

    

 Mientras en nuestra clase de  plástica, los asistentes fueron con una falda. Símbolo representativo en la antigüedad( ya que en la actualidad, hay muchas mujeres que no se representan a partir de una falda) para las mujeres.

                                          

 Como he comentado anteriormente, el primer paso es la EDUCACIÓN. A partir de aquí, de nuestras manos como futuras maestras y maestros se pueden cambiar la visión que tiene mucha gente de la vida.

 ¿ Y cómo se llega a esas personitas con las que vamos a tratar en un futuro?

A partir de los libros/ cuentos. Estos son aquellos ,con los que van a convivir desde que nacen, por la tanto es la mejor herramienta para poder trabajar estos conceptos. La igualdad entre el niño y la niña para acabar con las malas ideas que tienen los libros antiguos. Por ejemplo:

                                     

                                     

                                                                                                                              Marina Núñez Garrido

"El Punto", Peter H. Reynolds

Me gustaría hablar de un cuento que me enseñó mi madre el otro día y sinceramente, me parece muy apropiado para esta asignatura. Sobre todo, para fomentar el arte, la creatividad…

El cuento se llama “El Punto”, de Peter H. Reynolds. Trata de una niña que se llama Vashti, ella está enfadada porque no es capaz de dibujar nada y, por lo tanto, no es artista. Sin embargo, su profesora de plástica le invita a que dibuje cualquier cosa en la hoja que tiene delante. Vashti solo fue capaz de dibujar un punto en ese folio, pero su profesora miró esa hoja como si fuese una obra de arte. Una semana después, Vashti se llevó la sorpresa de que su profesora había enmarcado y colgado junto con los mejores dibujos de la clase. Ella no se lo podía creer y pensó que, si ese punto le había gustado tanto a su profesora, era capaz de hacer un dibujo mucho mejor. Por lo tanto, decidió hacer dibujos de puntos. Unos grandes, otros pequeños… Finalmente, sus puntos fueron expuestos y animó a un niño que la admiraba que, como ella, que no sabía dibujar, dejase fluir su capacidad creativa.

Vashti ha aprendido que tenemos que confiar nosotros mismos y de este modo, podremos dejar fluir nuestra capacidad creativa. Esto es lo que quiere transmitirnos este cuento infantil y sinceramente, me parece un mensaje precioso. Muchas personas piensan que no saben dibujar o pintar, pero, si hubiesen leído este libro o algún maestro les hubiera incitado tanto como hizo la profesora de Vashti, el mundo estaría lleno de artistas, y sin lugar a dudas sería un mundo maravilloso.

Lidia del Barrio de la Cruz